Numerosos estudios han demostrado pérdidas de rendimiento debidas a la compactación excesiva del suelo, de hasta un 20% e incluso un 50% en los casos más extremos. Si lo piensas bien, ¿qué máquinas tienen mayor impacto sobre el suelo de tus parcelas? ¿Qué máquinas trabajan con la mayor presión y con las cargas más pesadas? Por supuesto, son las máquinas cosechadoras. Una cosechadora cargada puede alcanzar las 40 toneladas.
Si añadimos los remolques cargados al máximo con neumáticos a más de 3 bares, el trabajo de cosecha es realmente el que más altera la fertilidad de tu suelo. Sin embargo, existen soluciones de neumáticos que realmente marcan la diferencia, trabajando a baja presión, a pesar de la carga inevitable que soporta el depósito de grano de tu máquina.
Un suelo fértil es ante todo un suelo saludable, es decir, con una estructura desmenuzable y bien aireada. Esto permite garantizar un buen desarrollo de las raíces y favorecer el crecimiento rápido de los cultivos. Lamentablemente, hay varios factores que pueden afectar a la calidad de tu suelo y hacerlo menos productivo.
Para ser plenamente conscientes de lo que esto representa, tenemos que volver a fijarnos en el peso de la máquina.
Sin carga, una cosechadora pesa unas 20 toneladas de media, y puede superar las 24 toneladas si le añadimos la barra segadora.
Con carga, puede llegar a más de 37 toneladas, sabiendo que la capacidad de carga de un depósito de grano de 15.000 litros puede alcanzar más de 12 toneladas. Con una distribución correcta de la carga, conseguimos el 75% del peso en la parte delantera y el 25% en la parte trasera, es decir, 28 toneladas en el eje delantero y 9,6 toneladas en el eje trasero.
Si a esto añadimos el impacto en el suelo de los remolques y convoyes de tractores utilizados para descargar el depósito de grano, el resultado sobre la compactación del suelo será mayor.
Además de la carga, el paso repetido de la maquinaria agrícola sobre la misma zona acentúa el fenómeno de compactación entre un 5 y un 10% por pasada adicional.
Este porcentaje se da a título indicativo y depende de varios factores, como el tipo de suelo, así como el tipo de maquinaria agrícola.
En cualquier caso, hay que reconocer que la cosecha es una de las operaciones que requiere maquinaria más pesada. Y los esfuerzos que hay que realizar para volver a una situación normal serán enormes.
Es preciso saber que la regeneración natural del suelo es muy lenta. Por lo tanto, después de la cosecha, hay que prever un trabajo mecánico de descompactación que permitirá fisurar el suelo compactado para favorecer el retorno de la vida biológica y mejorar el desarrollo de las raíces en los futuros cultivos.
Esto permitirá garantizar de nuevo la circulación del agua y del aire por el suelo, y así restablecer las reservas de agua en profundidad, que son esenciales durante la estación seca.
Otra solución que permite reducir la pérdida de fertilidad del suelo consiste en trabajar únicamente en las mejores condiciones climáticas.
Antes de iniciar cualquier actividad, se recomienda encarecidamente asegurarse de que el suelo esté perfectamente seco. En efecto, el hecho de trabajar en condiciones de humedad aumenta la compactación del suelo o incluso el alisamiento.
En todos los casos, estos fenómenos están en el origen de la degradación de la estructura y de la vida del suelo.
Para trabajar en las mejores condiciones posibles y proteger el suelo, es preciso comprobar el estado de la parcela antes de cualquier intervención. Si la tierra está demasiado pegajosa y blanda, esto quiere decir que aún está demasiado húmeda para soportar el paso de la maquinaria pesada.
Para compensar el peso de la maquinaria, es normal aumentar la presión de los neumáticos, que es una de las principales causas de la degradación del suelo. Por lo tanto, es posible aligerar voluntariamente el peso de una máquina cosechadora cargando menos el depósito de grano.
En principio, optar por reducir la carga puede ser una ventaja, si se compara la pequeña ganancia que supone la carga máxima del depósito de grano en comparación con la pérdida del 20% del rendimiento de toda la parcela debido a la compactación, en los años siguientes.
Los gastos en combustible suplementarios asociados a un trabajo un poco más largo con una cosechadora menos cargada, o con rotaciones adicionales de remolques menos cargados, siempre serán menores que la cantidad de combustible necesaria para descompactar toda la parcela.
En efecto, los remolques están diseñados para soportar la carga, pero generalmente con presiones superiores a 3 bares. Rara vez tienen neumáticos de baja presión, a diferencia de los tractores. Por lo tanto, tendrán un fuerte impacto en la compactación.
Es posible que pierdas un poco de tiempo para llegar a los remolques en el borde de la parcela, pero es únicamente una cuestión de organización: puedes descargar en el borde de la parcela en cada rotación de la cosechadora.
Para las explotaciones más grandes, también tienes la posibilidad de utilizar un transbordador equipado con neumáticos muy anchos, de baja presión, que hará el recorrido hasta los remolques en el borde de la parcela, sin compactar el suelo.
Para soportar la carga, necesitas ajustar tus neumáticos a la presión adecuada. Como hemos visto antes, se trata de unas 28 toneladas en el eje delantero con carga. Para compensar este peso, necesitas entre 3 y 4 bares de presión con unos neumáticos convencionales.
Para preservar la calidad de tu suelo, ciertas gamas de neumáticos agrícolas te permiten trabajar con una presión de entre 1,8 y 2,4 bares, a pesar de una carga elevada. Es el caso, en particular, de los neumáticos VT-Combine desarrollados por Bridgestone.
Gracias a la tecnología IF VF CFO, este tipo de neumático, desarrollado para trabajar a baja presión, presenta una serie de ventajas:
Los neumáticos con tecnología CFO proponen un rango de presión de 1,2 a 2,4 bares. Al trabajar a baja presión, amplían el tamaño de su huella, ofreciendo una mejor distribución de la carga sobre el suelo que un neumático convencional.
Los neumáticos VT Combine están dotados de talones S-Line que tienen excelentes propiedades dinámicas. El perfil de este talón S-Line garantiza una estanqueidad perfecta del neumático cuando se trabaja a baja presión y el neumático es aplastado por la carga.