Evolución de los neumáticos agrícolas

Evolución de los neumáticos agrícolas ¿qué impacto para mi explotación?

La evolución de los neumáticos ha sido constante desde la invención del neumático agrícola por Harvey Firestone en 1930, y el neumático nunca ha dejado de modificarse para satisfacer mejor las necesidades de los agricultores.
Al cabo de largos periodos de tiempo, emergen tendencias que nos permiten definir precisamente lo que funciona mejor, lo que permite realmente aumentar la productividad y mejorar los rendimientos. Este tipo de información te permite saber lo que más se compra actualmente en el mercado de los neumáticos agrícolas y hacer una elección con conocimiento de causa, si deseas renovar tus neumáticos.

 

1. ¿Por qué evolucionan los neumáticos?

La población mundial ha pasado de 3.000 millones de personas en 1960 a más de 7.500 millones en la actualidad. Al mismo tiempo, el nivel medio de producción de cereales en el mundo ha pasado de 217 kilos per cápita en 1963 a 354 kilos per cápita en 2013, lo que supone una evolución de alrededor del 65% en 50 años.

El equipamiento agrícola ha ido siguiendo esta evolución de la demanda y ha provocado cambios en la estructura social y en la productividad de las explotaciones.

La transición se ha producido a lo largo de varias décadas en los países occidentales, donde las explotaciones familiares con una buena plantilla y mucho equipo pequeño se han convertido en explotaciones familiares con poco personal, dotadas de equipos pesados y potentes, produciéndose un cambio a nivel de la maquinaria que ha permitido un aumento significativo del nivel de productividad.

Los neumáticos no son una excepción y han seguido la evolución de la maquinaria con nuevas limitaciones relacionadas con el peso de los tractores en constante progresión y la voluntad de evitar al máximo la compactación del suelo que sería antiproductiva.

A lo largo de 1 siglo la evolución de los neumáticos ha sido muy importante:

1920

Las ruedas dentadas de hierro

Las ruedas dentadas de hierro

1930

Harvey Firestone inventa el neumático agrícola, los tractores de 2 ruedas motrices se equipan con neumáticos de estructura diagonal

Harvey Firestone

1940

Primera aparición del neumático radial para tractores de 2 ruedas motrices


1950

Los tractores de 4 ruedas motrices aparecen equipados con neumáticos de estructura diagonal


1970

Los tractores de 4 ruedas motrices pueden equiparse con neumáticos de estructura radial


2010

Primera aparición de neumáticos de baja presión de estructura radial con tecnología IF o VF


2020

Primera aparición de tractores autónomos, sistemas conectados e inteligencia artificial a bordo

Los avances del neumático diagonal hasta el neumático VF

 

2. Los avances del neumático diagonal hasta el neumático VF

En la evolución de los neumáticos agrícolas se distinguen tres grandes períodos:

  1. Los neumáticos originales de estructura diagonal siguen a la venta hoy en día y tienen una verdadera legitimidad para ciertas actividades o ciertos trabajos que requieren una robustez de los flancos idéntica a la de la banda de rodadura. Son útiles para trabajar en terrenos duros, en las instalaciones de las granjas para la ganadería por ejemplo, para trabajos duros como los trabajos forestales o para el trabajo en obras de construcción.
  2. La llegada de los neumáticos de estructura radial es un avance importante, pero únicamente para ciertas actividades agrícolas y, entre ellas, para las más importantes: la labranza, los grandes cultivos, el arado y las cosechas. Esta forma de neumático es más adecuada para el cultivo del suelo, donde toda la presión se distribuye de manera equilibrada bajo la huella de la banda de rodadura, reduciendo la compactación localizada de los neumáticos de estructura diagonal.
  3. Los neumáticos tecnológicos de baja presión IF y luego VF son a su vez una evolución del neumático de estructura radial con la posibilidad de trabajar la tierra evitando el aplastamiento y la compactación del mismo, mejorando la tracción y solucionando el patinamiento.

En resumen, un incremento significativo de la productividad para todas las explotaciones de tipo grandes cultivos.

 

3. Las tendencias del mercado y las opciones que se generalizan

Las tendencias evolucionaron en el transcurso de la década de 1990, permitiendo subir en las series para aumentar el tamaño de la huella en el suelo, mejorando así la tracción y limitando la compactación del suelo con una mejor distribución de la carga sobre una huella más ancha.

Los neumáticos pasaron de las series 85, comúnmente utilizadas antes de la década de 1980, a las series 70, más anchas, y luego, en la década de 1990, a las series 65 aumentando aún más la anchura de la huella.

Esta evolución en las series ha permitido mejorar la capacidad de tracción de la maquinaria sin cambiar la altura de los neumáticos, optimizando así la productividad al ahorrar tiempo en cada trabajo.

A partir de los años 2000, la llegada de los neumáticos XL extra anchos de gran volumen marcó un cambio significativo con la evolución de la altura de estos neumáticos cada vez más altos. El interés de esta evolución radica también en la mejora de la tracción con neumáticos que tienen una huella en el suelo más larga. Al haber más tacos que se apoyan en el suelo al mismo tiempo, la transmisión óptima de la potencia de la máquina al suelo permite aumentar la velocidad de avance.

 

4. Tamaño de las llantas: ¿por qué el crecimiento está limitado?

Las llantas han ido siguiendo las evoluciones naturales de los neumáticos, primero ensanchándose para adaptarse al aumento de la anchura que, en realidad, comenzó en los años 90 con los cambios de serie. Hasta hace todavía 10 años el diámetro máximo era de 38 pulgadas en la mayoría de los neumáticos destinados a los grandes cultivos, luego con la evolución de la altura de los neumáticos, las llantas de 42 pulgadas se democratizaron y hoy en día es fácil encontrar llantas de 46 pulgadas que permiten tener una altura de neumáticos de gran volumen que sobrepasan los 2 metros de alto.

Sin embargo, esta evolución tiene naturalmente sus límites ya que, con semejantes alturas, el centro de gravedad de la maquinaria se desplaza hacia arriba, provocando problemas de estabilidad y obligando a las explotaciones muy grandes a equiparse con neumáticos gemelos para poder seguir aumentando la potencia y la productividad.

Sin embargo, a este nivel de inversión, este tipo de equipamiento queda reservado a las explotaciones más grandes, pero ya no concierne a la mayor parte del parque de maquinaria agrícola.

 

5. El futuro de los neumáticos agrícolas: neumáticos de tractor inteligentes, TPMS, CTIS, RFID

Los neumáticos hacen la conexión entre el suelo y la máquina, por lo que son un órgano esencial para transmitir la potencia al suelo. Es precisamente este contacto con el suelo lo que es importante y lo que puede permitir al neumático transmitir información (si la tecnología de sensores que incluye es suficiente), como por ejemplo la temperatura, la presión, la naturaleza del suelo, el grado de humedad, el índice de desgaste de la goma, etc.

Este tipo de información puede ser transmitida a la cabina para que el agricultor pueda adaptar su conducción o, en el marco de una evolución hacia tractores autónomos, para que la máquina pueda adaptar sus ajustes en tiempo real sin detener la producción.

Tractor autónomoTractor autónomo

¿Qué avances están ya disponibles?

El TPMS: se trata de un primer nivel de información que, gracias a unos sensores de presión instalados en cada neumático, permite recopilar información en la cabina en tiempo real. Cada sensor TPMS (en inglés: Tire Pressure Monitoring System) envía la información sobre la presión de cada neumático del tractor. Esto permite detectar una pérdida de presión y anticiparse a un problema, o trabajar a baja presión para evitar la compactación del suelo. Este TPMS acoplado a un sistema de teleinflado (el CTIS, detallado a continuación) permite modificar la presión durante la conducción para adaptarla al terreno con el que nos encontremos.

El CTIS: (en inglés: Central Tyre Inflation System) es un sistema de teleinflado que permite controlar la presión del aire en cada uno de los neumáticos del tractor para mejorar las prestaciones en carretera o en el campo. Al reducir la presión a la entrada del campo, la huella en el suelo se expande, aumentando así la capacidad portante en terrenos blandos, reduciendo la compactación y mejorando la tracción.

Los chips RFID: (en inglés: Radio-Frequency Identification) pueden ser integrados en los neumáticos agrícolas. Estos chips te permiten acceder a información general sobre el neumático como su código de identificación único, su tamaño, las recomendaciones de presión según la tabla oficial de carga y de velocidad.

 


El blog Bridgestone-agriculture.es está redactado y controlado por expertos en neumáticos de tractor que están disponibles para facilitarte todos los consejos que puedas necesitar sobre tus neumáticos agrícolas. Te ayudan a maximizar tu productividad con información sobre todos los temas relacionados con los neumáticos: Datos técnicos de los neumáticos agrícolas – Rendimiento de los neumáticos agrícolas – Consejos sobre la presión de los neumáticos agrícolas – Solución contra la compactación del suelo – Presión de los neumáticos del pulverizador – Por qué y cómo lastrar los neumáticos de tu tractor – etc.

Para ir más allá y aumentar la rentabilidad de tu explotación, los expertos en neumáticos de tractor te ofrecen un libro blanco gratuito muy detallado que te explica el papel esencial que desempeña el neumático agrícola en tu productividad.

Descargar la guía: Augmenta la rentabilidad de tu explotación

La mayoría de personas que han leído este artículo también han leído los artículos siguientes:

Esta información tiene como único objetivo dar a conocer los aspectos técnicos y funcionales de los neumáticos agrícolas y su uso. No permite emitir un juicio o una conclusión definitiva sobre un determinado problema. Sólo su experto en neumáticos agrícolas está en condiciones de hacer una evaluación técnica y tomar una decisión final, caso por caso.


Dejar un
comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.
Los campos obligatorios están marcados con un*