Es verdad que es más rápido aplicar una presión de inflado media independientemente de la carga de tus aperos o remolques. Sin embargo, ¿cómo puedes estar seguro de que no estás sobrecargando los neumáticos de tu tractor con aperos demasiado pesados, con el riesgo de que se desgasten más rápido o, peor aún, de que provoquen una avería que requiera su sustitución?
Controlar la carga te permite utilizar las capacidades óptimas de tu máquina, tal vez tengas la posibilidad de cargar más y trabajar con aperos más pesados, o tal vez tengas que reducir la presión para optimizar tu tracción y evitar un patinamiento que te haría perder mucho más tiempo.
El nivel de carga de tu conjunto vehículo-apero tiene un impacto directo en tus neumáticos, por supuesto, pero también puede conllevar riesgos en relación con la normativa, que generalmente limita el peso total permitido en carga por carretera.
Son la potencia de tu tractor y el número de ejes los que condicionan la capacidad de carga máxima tolerada por el código de circulación.
En caso de control, las sobrecargas excesivas en los ejes pueden dar lugar a multas o incluso a la inmovilización de tu conjunto vehículo-apero en caso de rebasamiento excesivo.
El riesgo de sobrecarga a nivel de la seguridad puede tener un impacto aún mayor si tu sistema de frenado no está adaptado al nivel de carga de tu conjunto vehículo-apero.
Para compensar el peso de los aperos o de todo el conjunto del vehículo-apero, hay que aumentar la presión de los neumáticos.
Cuanto más pesados sean tus aperos, más se aplastarán los neumáticos bajo el efecto del peso. El aumento de la presión es lo que les permite soportar la carga y mantener su capacidad de rodadura.
El inconveniente de la presión elevada en el campo es que el neumático se hundirá todavía más en el suelo en lugar de aplastarse en la superficie. Su huella se reduce y las barras tienen una zona de apoyo en la tierra más restringida. La tierra se acumula más delante del neumático al hundirse, aumentando la resistencia a la rodadura.
Desde la primera pasada, el peso total de tu tractor junto a la de los aperos ejerce una presión sobre el suelo que puede causar una compactación significativa.
Durante un largo periodo de tiempo y después de muchas pasadas, esta compactación ralentizará el desarrollo de las raíces de los cultivos y provocará una pérdida de rendimiento en las siguientes temporadas.
Puedes evitar la compactación reduciendo el peso global de tus aperos o, si esto no es posible, reduciendo la presión con unos neumáticos de tipo VF que puedan repartir la masa en una mayor superficie de contacto con el suelo, o incluso optando por neumáticos de mayor tamaño que podrán soportar más carga sin aumentar la presión.
Una carga excesiva impone un sobreinflado de los neumáticos que pierden su flexibilidad con el aumento de la presión. La capacidad de desembarrado disminuye y la tierra se acumula entre las barras, lo que provoca un aumento del patinamiento.
Como resultado, el conjunto vehículo-apero pierde potencia, los neumáticos tienen un índice de rotación superior al avance real de la máquina y el desgaste aumenta proporcionalmente al aumento de la tasa de deslizamiento.
Cada neumático dispone de un índice de carga que está inscrito en su flanco; este índice proporciona la capacidad de carga máxima de tu neumático para una velocidad máxima (como regla general, con una presión nominal de inflado de referencia, de 1,6 bares).
Se compone de un número seguido de una letra, el número es el índice de carga y la letra es el índice de velocidad máxima.
En la imagen de abajo tenemos el 171 A8 a la izquierda y el 173 D a la derecha. Esto corresponde para el 171 A8 a una carga máxima de 6150 kilos a 40 Km/h y para el 173 D a una carga de 6500 kilos a 65 Km/h.
Para conocer tu índice de carga máxima debes consultar la tabla de índices de carga, proporcionado por tu fabricante de neumáticos.
A continuación, veamos cómo definir la carga de cada neumático si dispones de los instrumentos de pesaje adecuados:
Es perfectamente posible calcular la carga por eje sin disponer de equipo de pesaje, simplemente tomando algunas medidas.
Para realizar este cálculo es necesario disponer de un mínimo de información sobre el peso del tractor, de los aperos y del lastre, que podrás encontrar en los datos de los fabricantes:
Cuando hayas recopilado toda la información sobre el peso a partir de los datos del fabricante y hayas tomado tus medidas, podrás realizar el siguiente cálculo:
Al igual que en el cálculo con un equipo de pesaje, hay que comprobar que el peso final se ajusta al índice de carga inscrito sobre cada neumático.
A continuación, podrás ajustar la presión en función del peso y de la velocidad prevista.
Si el tren trasero soporta la mayor parte de la transmisión de carga relacionada con el apero, todo el conjunto vehículo-apero está desequilibrado. El puente delantero tenderá a levantarse, dificultando la maniobrabilidad del tractor, con una dirección que responderá menos bien, especialmente en condiciones de humedad.
Además, el exceso de carga en el tren trasero tenderá a aumentar el patinamiento de los neumáticos traseros.
La distribución correcta de la carga para un tractor con cuatro ruedas motrices será del 60 al 65% del peso en el tren trasero y del 25 al 40% en el tren delantero.
Esta distribución puede lograrse añadiendo un lastrado con contrapeso metálico o un apero en el elevador delantero, lo que permite beneficiarse de la fuerza de tracción de los cuatro neumáticos juntos y mejora la capacidad global de tracción.
La distribución de la carga en los ejes también está relacionada con la potencia nominal del tractor. La proporción es de 50 kg por caballo. En resumen, si trabajamos con un tractor de 170 CV de potencia, la masa del tractor distribuida en el eje delantero y el eje trasero será de 8500 kg, independientemente del peso de los aperos y del lastre.
Los neumáticos VF (Very High Flexion) están construidos sobre bases tecnológicas diferentes a la de los neumáticos convencionales. Su estructura interna les permite aplastarse más sin causar daños. Son más resistentes a la flexión, lo que les permite soportar un 40% de carga extra, en comparación con un neumático convencional.
Por lo tanto, son muy adecuados para trabajar con aperos grandes y pesados. Permiten reducir el número de pasadas en el campo o el número de rotaciones para el transporte, por carretera, durante la cosecha, por ejemplo.
Con este tipo de neumático de tamaño grande, se aumenta en gran medida la superficie de apoyo en el suelo, por lo que puedes trabajar con aperos pesados sin tener que aumentar la presión o sin añadir grandes cantidades de peso extra. Pueden trabajar entre 0,6 bar y 0,8 bar de presión, lo que te permite ganar capacidad de tracción evitando al mismo tiempo la compactación del suelo.
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