Mientras que factores como el clima o el peso de tu tractor no dependen de tu voluntad, la conservación del suelo, en cambio, sí está en gran medida bajo tu control si decides trabajar a muy baja presión. Ésta es una buena manera de mejorar tus rendimientos.
Sin embargo, para ello, hay que tener en cuenta ciertos límites que están relacionados con las características de tus neumáticos.
Como la función principal de la presión es compensar la carga de tu máquina, no puedes bajar dicha presión sólo para preservar tu suelo sin tener en cuenta todos los demás parámetros como la carga, los límites de capacidad de tus neumáticos, su tecnología, la velocidad de trabajo, etc.
El hecho de reducir significativamente la presión de los neumáticos permite aumentar su huella en el suelo y reducir la compactación de tus parcelas. No obstante, cada neumático agrícola tiene sus propias características técnicas y el trabajo a muy baja presión tiene que tenerlas obligatoriamente en cuenta. Dependiendo del modelo de neumático, de la carga y del terreno en el que tengas que trabajar, no debes reducir demasiado la presión, para evitar consecuencias irreversibles que pueden costarte muy caro:
El hecho de conducir a baja presión por carretera con neumáticos no diseñados para este uso aumentará rápidamente el desgaste. Cuando la presión es demasiado baja, la goma del neumático se calienta y se vuelve muy blanda, lo que provoca un rápido desgaste de la banda de rodadura al contacto con el asfalto, que es muy abrasivo. La vida útil del neumático se reducirá en un 25% o incluso más si conduces habitualmente por carretera a velocidades elevadas.
Por carretera, la resistencia a la rodadura de un neumático subinflado es mucho mayor de lo normal, lo que se traduce en un mayor consumo de combustible, que será mucho mayor si recorres largas distancias.
La resistencia al estrés de un neumático subinflado es muy baja. Por carretera, la transferencia de carga de tu conjunto vehículo-apero al tomar las curvas y durante el frenado aplastará tus neumáticos, especialmente si conduces a alta velocidad bajo carga. La transferencia de carga tendrá el mismo efecto en el campo si trabajas en pendiente.
Un neumático subinflado de manera frecuente sufre flexiones excesivas en los flancos, el refuerzo y el pliegue de la carcasa se desgastarán progresivamente en el borde de la llanta hasta producir una rotura justo por encima del aro, lo que hará que tu neumático sea inutilizable.
Al ajustar la presión por debajo del nivel recomendado, tu neumático puede sufrir daños internos que tendrán consecuencias incluso después de corregir la presión. El neumático se aplastará y los extremos de sus flancos estarán en contacto con el suelo. Una simple rama, una raíz o una piedra pueden provocar un pinchazo brutal del neumático, inmovilizando de este modo tu máquina, y además con los grandes gastos que esto acarrea.
La mayoría de las tablas de presión de los fabricantes muestran un nivel de presión inicial extremadamente bajo para muchos modelos de neumáticos. Cuando se quiere preservar el suelo, la reacción natural es elegir este tipo de ajuste mínimo para los trabajos ligeros y trabajar así en toda la parcela. Ten en cuenta que este tipo de tabla te ofrece el conjunto de las presiones con límites mínimos y máximos para el uso extremo posible de un modelo de neumático, pero no te aconseja trabajar continuamente al límite de las posibilidades del neumático.
Como ejemplo comparativo, para un coche de pequeña cilindrada diseñado para uso urbano, el fabricante indica una velocidad máxima de 185 km/h. Es obvio que si conduces todo un día con esta velocidad constantemente dañarás el motor. Este ejemplo se aplica igualmente a los neumáticos.
Es habitual ver tablas de presiones recomendadas que empiezan en 0,6 bares, para una carga y velocidad determinadas, lo que representa la presión mínima excepcional para unos neumáticos convencionales. Para evitar la compactación de los suelos y preservar los neumáticos, es preferible trabajar con una presión ligeramente superior, de 1 bar o 1,2 bares, y no con el límite mínimo indicado en la tabla del fabricante (0,6 bar). En efecto, es posible bajar a una presión de 0,6 bares para trabajar en una parte de tu parcela que tenga un suelo más difícil, una tierra más blanda o un suelo muy húmedo, pero sólo en distancias cortas, a velocidad muy reducida, en línea recta y en superficies planas.
Trabajar a muy baja presión tiene por objeto preservar el suelo, pero no puede hacerse sin respetar varios parámetros técnicos, en particular la carga, el tipo de suelo, las pendientes pronunciadas, la velocidad de trabajo y la tecnología del neumático.
La presión tiene un impacto directo en la compactación del suelo, pero su función principal es compensar la carga de tu máquina y de tus aperos. La presión no puede ser la misma cuando conduces con o sin carga. Al transportar cargas pesadas, la carcasa, los flancos y la banda de rodadura del neumático están sometidos a un gran esfuerzo y sufren una importante deformación, que puede dañar el neumático si la presión no es lo suficientemente elevada.
El ajuste de la presión es importante cuando se trabaja en pendientes, ya que la transferencia de carga debida a la inclinación del terreno puede provocar que se sobrepase de manera excesiva la capacidad de carga de un neumático o de un eje.
Cuando el tractor sube una pendiente, el tren delantero está completamente deslastrado y es la parte trasera la que sufre la transferencia de carga. Por el contrario, el peso total del conjunto vehículo-apero aplastará el tren delantero cuando el tractor vaya cuesta abajo.
Si trabajas a baja presión, esta transferencia de carga tenderá a aplastar tus neumáticos, que no tendrán suficiente presión para resistir. Si tu parcela no es plana, y para evitar un posible accidente, debes tomar todas las precauciones necesarias y revisar las presiones de acuerdo con el cálculo de las cargas que tienen en cuenta la pendiente. La adaptación de la presión tendrá prioridad sobre la conservación del suelo para preservar tus neumáticos.
La presión y la velocidad están directamente relacionadas. Si trabajas a baja presión con neumáticos convencionales, es incompatible con una velocidad elevada.
A baja presión, el neumático se aplana de forma muy significativa a nivel del suelo, y vuelve a su forma normal cuando se aleja del suelo en cada rotación. Si la velocidad es demasiado alta, el neumático no tendrá tiempo de recuperar su forma inicial durante la rotación de la rueda y sufrirá una deformación adicional. La acumulación de deformaciones aumentará la temperatura en el interior del neumático, fragilizando la goma y la estructura interna hasta que el neumático reviente.
Existen modelos de neumáticos agrícolas que han sido diseñados para trabajar a muy baja presión, entre otros, los neumáticos de tecnología VF (Very high Flexion). La construcción de su carcasa es muy específica, ha sido reforzada y su estructura multicapa le permite tener una mayor capacidad de flexión. Los flancos son más flexibles pero al mismo tiempo más resistentes que los de un neumático convencional.
En el campo, estos neumáticos tecnológicos pueden rodar a muy baja presión sin riesgo de daños. La carcasa de un neumático VF, por ejemplo, puede soportar una presión de 0,6 bares en condiciones normales de trabajo, mientras que un neumático convencional tendría que mantenerse por encima de 1 bar. Además, el neumático VF ha sido diseñado para pasar de un suelo a otro sin necesidad de ajustar la presión, lo que te permite ahorrar un tiempo valioso en tu trabajo.
La estructura más robusta de los neumáticos VF les permite ofrecer una mayor capacidad de carga en comparación con un neumático agrícola convencional. Por lo tanto, puedes elegir con esta tecnología entre aumentar la carga sin aumentar la presión o reducir la presión para la misma carga que un neumático convencional.
He aquí un ejemplo de comparación entre los neumáticos convencionales y los neumáticos con tecnología VF utilizados en el campo con un par elevado a 10 km/h:
Neumático de tamaño: 650/85 R38 para 7000 kg de carga:
Neumático de tamaño: 600/65 R28 para 4000 kg de carga:
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