De todos los órganos de seguridad de tu tractor, uno de los más importantes es, sin duda, el sistema de frenado en su conjunto que, contrariamente a lo que pensamos, no se compone únicamente de discos o de servofrenos, sino también de los neumáticos de tu tractor que son esenciales para tener una adherencia máxima y transmitir la máxima potencia de frenado al suelo.
Elegir instalar un sistema de frenado nuevo no tiene ningún sentido si tus neumáticos de tractor están demasiado desgastados, no tienen la presión correcta o presentan pequeñas averías que debilitan su estructura.
Hay que saber que la mayoría de los accidentes relacionados con vehículos agrícolas ocurren en carretera y que el objetivo europeo se ha fijado reducir esta cifra en un 50% antes del año 2035. La normativa europea ha autorizado efectivamente velocidades superiores a 40 km/h para los tractores pero, para preservar la seguridad, impone al mismo tiempo capacidades de frenado mejoradas en todos los vehículos agrícolas (tractores, volquetes, remolques, aperos de arrastre…).
Si tienes un tractor o material agrícola muy recientes, esta cuestión es irrelevante ya que, normalmente, tienen que estar equipados ya de serie con un sistema de frenos de circuito doble hidráulico o neumático y disponer de neumáticos de calidad.
Sin embargo, no todo el mundo acaba de invertir en un material de última generación y tu seguridad es primordial, sobre todo si no dispones de recursos para cambiar tus remolques equipados con una línea simple de frenado o no puedes volver a instalar un circuito de frenado completo en tu tractor.
El neumático es un excelente complemento de tu sistema de frenado para permitir reducir la distancia de frenado de varios metros en caso de emergencia.
Los tractores con cuatro ruedas motrices únicamente están equipados con frenos en el eje trasero. En el momento de frenar, la carga del eje trasero se eleva y se transfiere al eje delantero, aplastando el neumático delantero con la masa del tractor.
En los tractores de última generación, durante el frenado, el puente delantero se activa. Esto tiene como efecto mantener el eje delantero en el eje de la dirección de la marcha proporcionando, al mismo tiempo, a los neumáticos la máxima adherencia, por supuesto siempre que los neumáticos delanteros estén en buen estado y sean de buena calidad. Éstas son las principales fuerzas que influyen en la fase de frenado.
Al igual que la fuerza de tracción, la fuerza de frenado se ejerce gracias al contacto del neumático con el suelo. Se opone al desplazamiento del tractor y provoca una desaceleración de la máquina que depende directamente del coeficiente de adherencia del neumático en el suelo.
La intensidad de la fuerza de frenado está en relación con la desaceleración y con la masa del tractor. La fuerza necesaria para detener un apero de arrastre es proporcional a la masa total del convoy agrícola. La velocidad de desaceleración determina, pues, la distancia necesaria para parar o ralentizar el convoy. La masa, la velocidad, la adherencia de los neumáticos y la potencia del sistema de frenado son, pues, los elementos esenciales para el éxito del frenado de emergencia.
Durante la fase de frenado, la distribución de fuerzas no es la misma en cada neumático. El eje trasero del tractor puede elevarse y contribuir parcialmente a la transmisión de la fuerza de frenado. En este caso, la transmisión de carga del conjunto rodante, comúnmente llamada carga dinámica, viene a sumarse a la masa del eje delantero, aplastándolo aún más. Esta distribución de fuerzas puede tener la capacidad de desestabilizar al convoy en su conjunto.
Si el tractor está unido a un remolque, todo depende de si el remolque tiene un sistema de frenado o no:
Los tractores están equipados, generalmente, con un distribuidor de frenado lateral independiente para estabilizarlos durante un frenado de emergencia. Este distribuidor garantiza el equilibrio de la fuerza de frenado lateral evitando al mismo tiempo que el apero se desvíe de su trayectoria.
La distancia de frenado no es otra que la distancia que recorre el tractor y su apero durante la desaceleración. Puede tratarse de una simple ralentización o de una parada completa según la intención del conductor.
Los ensayos han demostrado que la velocidad, más que la masa, tiene un impacto bastante significativo en el frenado. Por ejemplo, para un convoy agrícola de 40 toneladas que circule a una velocidad de 40 km/h, la distancia de frenado necesaria para detener el convoy en una carretera seca y llana será entre 22 y 25 metros. Hay que calcular un 20% de distancia adicional en una carretera mojada.
La velocidad influye mucho en la distancia de frenado y el tiempo necesario hasta que el vehículo se detiene por completo. Si circulas a 50 km/h en una carretera seca, con una carga de 40 toneladas, hay que prever una distancia adicional, en comparación con la velocidad de 40 km/h, para detener definitivamente la maquinaria.
Los antiguos modelos de tractores en circulación van casi todos equipados con un sistema de una línea simple de frenado hidráulico. Los más recientes van equipados actualmente con un sistema de frenado de doble línea, es decir, que el dispositivo está constituido de dos circuitos de freno: el primero es utilizado por el sistema de frenado de servicio habitual y el segundo se utiliza para el frenado de emergencia.
El circuito de frenado hidráulico único está constituido por un único conducto de freno conectado directamente al tractor que permite garantizar el frenado de las máquinas arrastradas. La normativa prohíbe su instalación en los remolques nuevos a partir de 2021 y en los tractores nuevos a partir de 2025.
La nueva homologación europea, que autoriza que la maquinaria agrícola puede circular a más de 40 km/h, ha cambiado la situación. La ley exige, en efecto, que se refuerce el sistema de frenado con la instalación de un sistema de circuito doble hidráulico o neumático y la instalación obligatoria del ABS a partir de 60 km/h. A dicha velocidad, el conducto único hidráulico ya no basta para garantizar la seguridad del conductor y de los demás usuarios de la red de carreteras en caso de fallo.
De acuerdo con la normativa europea vigente, a partir de enero de 2025, los nuevos materiales agrícolas tendrán que estar equipados con un sistema de frenos de circuito doble para reforzar la seguridad de los convoyes.
El circuito hidráulico de doble línea es un dispositivo que permite separar el circuito de frenado habitual del circuito de frenado de emergencia, diseñados para detener el convoy en el caso de que se rompa el sistema de frenado principal. Pasar de un sistema de conducto único hidráulico a un sistema de circuito doble representa un coste relativamente reducido, ya que el tractor está ya equipado con una bomba hidráulica.
Al funcionar de la misma manera que el sistema de frenado de circuito doble hidráulico, el frenado de circuito doble neumático utiliza el aire comprimido que permite una mejor eficacia de frenado. Utilizado desde hace mucho tiempo por los vehículos pesados en carretera, ha demostrado ampliamente su eficacia y se adapta perfectamente a los tractores de gran potencia que remolcan material pesado a velocidades de 40 km/h y más.
Según la normativa europea, 167/2013, la instalación de un circuito de frenado doble es obligatoria en todos los materiales agrícolas nuevos: tractores, remolques o equipos de tracción intercambiables. En cambio, hay que tener en cuenta que el sistema neumático y el hidráulico no son compatibles y que esta carencia de compatibilidad no permite en ningún caso circular sin conectar el material remolcado al circuito de frenado. La adaptación del material se convierte, pues, en obligatoria para que tus aperos sean compatibles con el tractor.
El neumático es el único elemento que garantiza el contacto entre el suelo y la maquinaria agrícola. En caso de emergencia, la fuerza de frenado se ejerce directamente a nivel del neumático y el eje delantero soporta el peso total del tractor, aplastando así los neumáticos delanteros.
A la hora de comprar neumáticos, hay que prestar atención a la robustez y a la fiabilidad de la carcasa. Se trata de una inversión más importante, pero que marcará la diferencia en situaciones de mayor exigencia.
Hay varios factores que pueden influir en el comportamiento del neumático en situación de frenada de emergencia:
El diseño de la banda de rodadura y de las barras influye en el tamaño de la zona de contacto del neumático con la carretera. Con hasta un 20% más de volumen de goma, las barras del VX-TRACTOR proporcionan un área de contacto ancha y uniforme con el suelo. Esta ventaja puede ser útil para aumentar la resistencia del vehículo durante el frenado.
La robusta carcasa, de los neumáticos Bridgestone, ha sido diseñada para ofrecer una durabilidad excepcional y una gran resistencia a los daños, incluso con presiones de inflado más altas. La resistencia de la carcasa ha sido optimizada para minimizar, gracias a su banda de rodadura con capas de primera calidad, las tensiones internas, de ahí su mayor durabilidad. El exclusivo talón S-Line también ha sido diseñado para una durabilidad óptima mejorando la conexión entre el neumático y la llanta.
El blog Bridgestone-agriculture.es está redactado y controlado por expertos en neumáticos de tractor que están disponibles para facilitarte todos los consejos que puedas necesitar sobre tus neumáticos agrícolas. Te ayudan a maximizar tu productividad con información sobre todos los temas relacionados con los neumáticos: Datos técnicos de los neumáticos agrícolas – Rendimiento de los neumáticos agrícolas – Consejos sobre la presión de los neumáticos agrícolas – Solución contra la compactación del suelo – Presión de los neumáticos del pulverizador – Por qué y cómo lastrar los neumáticos de tu tractor – etc.
Para ir más allá y aumentar la rentabilidad de tu explotación, los expertos en neumáticos de tractor te ofrecen un libro blanco gratuito muy detallado que te explica el papel esencial que desempeña el neumático agrícola en tu productividad.
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